Unidos por nuestros sacerdotes ancianos y enfermos
En Casa San José cuidamos con amor a sacerdotes ancianos y enfermos que entregaron su vida al servicio de la comunidad. En esta casa les damos lo que ellos dieron tanto tiempo: cuidado, cariño, tranquilidad y un lugar digno que pueden llamar hogar. Tu generosidad hace posible que sigamos cuidando de quienes tanto nos han dado.
Vejez digna y acompañada.
Unidos por nuestros Sacerdotes
En Casa San José cuidamos con amor a sacerdotes que por su enfermedad o edad ya no pueden valerse por si mismos y requieren un cuidado especial. Gracias a personas como tú, este hogar sigue lleno de vida y esperanza.
Apoyo Integral
Acompañamiento integral
Ofrecemos acompañamiento integral a nuestros hermanos Sacerdotes a través de distintas actividades, terapias, atención médica especializada y, principalmente, fomentamos el fortalecimiento de su espiritualidad, para que en su vejez su vida continúe siendo una ofrenda por el bien de la comunidad.
Acompañamiento espritual
Todos los días celebramos la Eucaristía, Laudes y Vísperas, el rezo del Santo Rosario, Adoración Eucarística y oración personal.
Fraternidad
Generamos convivencia entre ellos por medio de actividades de integración, paseos, comidas y momentos para compartir su historia.
Acompañamiento médico especializado
Ofrecemos atención médica integral y cuidados de enfermería 24/7, atendiendo las necesidades y complicaciones propias de la edad de nuestros Sacerdotes.
Musicoterapia
La musicoterapia en Casa San José se utiliza para promover el bienestar emocional y físico de nuestros Sacerdotes, empleando la música como herramienta terapéutica para aliviar el estrés, mejorar el estado de ánimo y estimular la memoria.
Terapia Física
La terapia física en Casa San José está diseñada para mejorar la movilidad y la calidad de vida de nuestros Sacerdotes, ayudándoles a mantener su independencia y reducir el dolor mediante ejercicios adaptados a sus necesidades.
Casa San José
Es un hogar de amor y esperanza, dedicado al cuidado y bienestar de los sacerdotes ancianos y enfermos.
Desde su fundación, hemos sido un refugio donde la fe, el respeto y la dignidad son los pilares que sustentan a cada uno de nuestros hermanos. Aquí, los padres misioneros encuentran no solo atención médica, sino también un ambiente lleno de compañía, amor fraterno y la paz que merecen después de años de servicio incansable. A través del apoyo de generosos bienhechores, seguimos adelante con la misión de ofrecerles un hogar lleno de esperanza, sin importar los desafíos que puedan surgir. En Casa San José, cada día es una oportunidad para devolverles un poco de lo mucho que nos dieron.
Julio en Casa San José: Celebramos vida, vocación y fidelidad
BLOG MENSUAL AGOSTO
Estas celebraciones son más que fechas: Son un recordatorio del valor de quienes han dado su vida por los demás. Y también, una invitación a seguir construyendo juntos un lugar donde la vejez y la enfermedad no significan olvido, sino cuidado, respeto y amor. Gracias a cada uno de nuestros bienhechores, estas fiestas pueden vivirse con dignidad y calor de hogar
51° aniversario de De Primera Profesión
Este mes de agosto celebramos el 51 aniversario de la primera profesión religiosa del Padre José Uriel Arias Caraza.
Una vida consagrada al servicio de Dios y de los demás, marcada por la fidelidad y el amor profundo a su vocación. En Casa San José, agradecemos su entrega y nos unimos en oración para seguir acompañándolo con cariño y respeto.
Cumpleaños 94 del querido P. Sergio Maciel Espinosa
Este agosto celebramos con gran alegría el cumpleaños número 94 del Padre Sergio Maciel Espinosa.
Un testimonio viviente de entrega, fe y servicio. En Casa San José, damos gracias por su vida y su presencia entre nosotros, y seguimos acompañándolo con amor y gratitud.
25° aniversario de De Primera Profesión
En este mes de agosto celebramos con alegría el 25 aniversario de la primera profesión religiosa del Padre Benigno Martínez García.
Un cuarto de siglo de entrega generosa, oración constante y servicio a la comunidad. En Casa San José, nos sentimos bendecidos por acompañarlo en esta etapa de su vida y agradecer junto a él su camino vocacional.
Tu generosidad sostiene este hogar
Apoya el bienestar y la dignidad de nuestros sacerdotes con tu contribución a Casa San José en Zapopan.
Un donativo que parece pequeño, pero que significa mucho.
Artículos de higiene personal, un desayuno calientito, unos calcetines limpios, un momento de oración… En Casa San José, lo esencial se transforma en amor cuando lo compartimos. Dona $100 y ayúdanos a seguir cuidando a nuestros sacerdotes mayores.
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¿Te imaginas poder brindarle una comida completa por mes a un sacerdote anciano?
Con solo $300 al mes puedes hacerlo posible. En Casa San José cuidamos a aquellos que un día dedicaron su vida a servir, a escuchar, a consolar. Hoy, muchos de ellos enfrentan enfermedades, fragilidad y soledad… pero no están solos. Tu ayuda se convierte en alimento, en una taza de café caliente, en una comida nutritiva servida con cariño. Tu donativo es mucho más que eso.
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Apoya con dignidad un padre anciano
En Casa San José, muchos de nuestros padres necesitan pañales todos los días. Con $500 puedes cubrir una semana completa de este cuidado esencial para uno de ellos. Tu donativo mensual no es solo un apoyo económico… ¡Es una muestra de amor, compasión y respeto por quienes lo han dado todo!
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Cuida el corazón de un sacerdote anciano.
Con tu aportación mensual de $1,000 pesos, puedes ayudarnos a cubrir el tratamiento médico de uno de nuestros hermanos mayores en Casa San José. Muchos de ellos viven con enfermedades crónicas que requieren medicamentos constantes para mantener su salud estable y su calidad de vida. Tu generosidad se transforma en alivio y esperanza.
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Regálale un mes de cuidados a un Sacerdote anciano
En Casa San José, cada uno de nuestros hermanos mayores necesita cuidados especiales: atención médica, alimentación personalizada, terapias, medicinas y un espacio digno donde vivir. La estancia mensual de uno de nuestros Sacerdotes en mejor estado de salud cuesta más de $26,000. Pero tú puedes ayudarnos a sostener esta misión con una aportación mensual de $5,000 pesos. Esta aportación representa mucho más que dinero: Es alimento, descanso, salud, oración… Es una vida vivida con dignidad hasta el final. ¿Te sumas a esta causa de amor?
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Hoy tu generosidad puede marcar la diferencia
Quizás hoy no puedas comprometerte cada mes, pero una sola aportación puede cambiar mucho. $50, $100, $200… cada peso suma y se transforma en vida digna para quienes más lo necesitan. Gracias por ser parte de esta obra de amor.
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